Metal Lords: Amistad, sueños y fuckin’ música pesada
Casting: Jaeden Martell/Isis Hainsworth/Adrian Greensmith
Género: Adolescentes/Comedia | Director: Peter Sollett
Guion: D.B. Weiss
Una historia divertida y emocional sobre tres adolescentes inadaptados. Hunter -guitarrista obsesionado con el Metal- recluta al tímido y tranquilo novato del género, Kevin, para que toque la batería en su banda. El camino a la gloria es claro, entregarse con devoción al Metal, ganar la batalla de las bandas y ser admirados como dioses. A medida que Kevin aprende más sobre el mundo del Metal, se hace amigo de la enigmática violonchelista Emily, una chica con problemas de control de la ira. Pronto, Emily y Kev se enamoran. Kevin sabe que ha encontrado no sólo a su novia sino a la integrante que falta para explotar todo el potencial de su banda… Pero la vena metalera de su mejor amigo Hunter se resistirá, aferrándose a los paradigmas sobre “Cómo debe ser una banda de Metal”. El destino le mostrará a este trío que la amistad y el fuckin’ Heavy Metal pueden unirse para formar a la mejor banda del fuckin’ mundo.
La nueva entrega de Netflix refleja lo inspirador que es el Metal cuando lo descubres por primera vez. La forma en la que narra nuestra obsesión con esta música hace especial a Metal Lords. Nos voló la cabeza cada referencia a algunas de las bandas más grandes y populares de la historia del Metal y sus infinitos subgéneros: Black Sabbath, Judas Priest, Iron Maiden, Metallica, Pantera, Rage Against The Machine, Tool, Slipknot, Lamb Of God, Mastodon, entre otras. El soundtrack es una joya con himnos heavymetaleros que suenan en el momento ideal y revientan las bocinas del televisor, envolviéndonos con todo su poder. Mención especial a “Machinery of Torment”, la canción de la banda ficticia protagonista del largometraje: Skullfucker (después renombrada Skullflower). Más allá de la ficción, la rola fue escrita por Tom Morello, guitarrista de RATM, quien imprimió su sello como productor musical del film.
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